sábado, 21 de mayo de 2011
El bloguer Pablo Noguera analiza 'Born This Way'
Lady Gaga, consolidada como una de las artistas más influyentes de la historia del POP, lanza Born This Way, su tercer trabajo. A este le ha precedido una intensa campaña promocional que no ha hecho mas que aumentar la expectación.
En este artículo, finalmente descubrimos el disco que muchos anuncian como el mejor de la década… ¿Habrá logrado Mother Monster su propósito de revolucionar la escena POP una vez más?
Marry the Night ~ Introducción
La obra empieza con el siguiente preludio (abajo). Tras esta declaración de intenciones, cantadas sobre un órgano con reminiscencias eclesiásticas, la canción trasciende a una pieza electrónica donde el ruido se apodera del ambiente. Y es así como se emborrona y oscurece la composición, definitoria del sonido de este proyecto, producido en su mayoría por Fernando Garibay.
Preludio:
I’m gonna marry the night, I won’t give up on my life/
Me casaré con la noche, no abandonaré mi vida
I’m a warrior queen, live passionately tonight/
Soy una reina guerrera, vivo apasionadamente esta noche
I’m gonna marry the dark, gonna make love to the stars/
Me casaré con la oscuridad, haré el amor con las estrellas
I’m a soldier to my own emptiness im a winner/
Soy un soldado de mi propio vacío, soy una ganadora
Born This Way
Muchos, incluido Elton John, la han tildado de himno generacional, el nuevo I Will Survive. Quizás sea exagerado presentarla así, pero lo cierto es que el impacto que ha tenido el tema es para citarlo: número uno en 19 países, copando la lista Billboard de EE.UU. durante seis semanas, y vendiendo más de un millón de descargas iTunes en sus primeros cinco días de lanzamiento.
La artista lo creó pensando en cantantes como Madonna, En Vogue, Whitney Houston o TLC, quienes, a principios de los 90, interpretaron himnos de liberación de la mujer y minorías discriminadas. Y la similitud fue tan evidente que rozó el plagio. Para constatarlo, basta con escuchar Express Yourself, de la Ciccone, y el tema del que hablamos, compuesto sobre los mismos acordes que el anterior.
Por esta falta de originalidad, además de por su sobre-producción, la composición resulta más digna de sonar en una clase de spinning que en una sala de música electrónica.
Government Hooker
Su concepción resume la mayoría de cortes de Born This Way. Se trata de una canción electrónica, con sonidos oscuros y tenebrosos, carente de melodías brillantes pero llena de golpes de efecto. Nos referimos a variaciones en las estrofas, estribillo… que la deconstruyen, haciendo que se adapte a los distintos ambientes y transiciones de una pasarela de moda de Mugler, por ejemplo, o a una pieza de video arte.
Judas
Hablamos ahora del segundo sencillo del disco. Aquí Gaga vuelve a recibir, como con Born This Way, acusaciones de plagio. Y es que la base del tema es igual a Wannabe, de la artista neoyorkina Loli Lux. Y no sólo mantiene relación con éste, también con Bad Romance. Sin superarlo creativamente, reproduce los motivos que han definido sus composiciones hasta el momento. Oh-oh-oh-Ga-Ga-Ju-da-ah-ahs.
Americano
La cantante presentó el pasado 3 de Mayo en Guadalajara, México, esta canción, una de las más memorables del disco, con estas palabras:
“Es una grabación mariachi techno-house, donde canto sobre la ley de inmigración, el matrimonio gay y todas esas cuestiones que tienen que ver con la discriminación de determinadas comunidades en America. Suena a canción POP pero, al interpretarla, me imagino a Edith Piaf con un micrófono antiguo.”
Y quizás, puestos a mencionar mitos de la canción, debería haber señalado también el nombre de Joan Baez o Mercedes Sosa, por que así inicia la primera estrofa: Mis canciones son de la revolución/Mi corazón me duele por mi generación. Aunque, en realidad, no suena ni a Piaf, ni a Baez, Sosa y sí a Madonna en el Lela Pala Tute.
Hair
Canción festiva y de celebración de la propia identidad, cuya letra hace referencia a la libertad individual con una ingeniosa metáfora que la relaciona con su pelo. Producida por RedOne, en ella colabora Clarence Clemons, saxofonista de la E Street Band. La artista la describía así:
“Es una de mis favoritas, un uptempo de discoteca que recuerda a Bruce Springsteen, KISS y Iron Maiden.”
Suena ochentera, divertida e imprescindible en fiestas futuras. Si la canción Born This Way nació con ánimo de himno, ésta la alcanza (si no la supera). I just wanna be myself and I want you to love me for who I am… Free as my hair.
Scheiße
Y llegamos a la joya del disco. Dentro de este viaje por la música electrónica, nos trasladamos ahora a la escena techno-house alternativa de Berlín. De nuevo, los golpes de efecto toman protagonismo acompañados por synth pangs, un ritmo frenético y una melodía que no sabemos si ubicar en los 80, 90 o en los derroteros en los que debería estribar la música dance del futuro.
Este tema es una de las razones por las que nos continúa interesando musicalmente Gaga…
Bloody Mary
Después del éxtasis que sentimos con Scheiße, toca ahora regresar al lado más oscuro. Aquí, Gaga experimenta con su voz sobre una melodía tan decadente como épica. Por momentos se acerca al bel canto en la introducción, pero también entona con desgana al interpretar el puente, donde ha escogido prescindir de letra; canta Dam-da-darará… Ello resulta muy interesante y, además, sirve para poner de manifiesto la versatilidad vocal de Gaga.
Bad Kids
La músico ha definido el disco como una fantasía de cultura POP techno-rock, y esta canción es un buen ejemplo de ello. Aquí asistimos a un maridaje de estilos y etapas que se concibe para seguir bailando al tiempo que, mediante la letra, se fortalece un auto-estima dañado. I’m a bad kid and I will survive…
Highway Unicorn (Road to Love)
Con uno de los estribillos más estimulantes del disco, suena tan épica y alentadora como We Are The Champions o Dont Stop Me Now, de The Queen, grandes referentes en la música de Lady Gaga. Sin duda, la canción perfecta para cerrar un concierto de forma apoteósica.
Es perfecta: emociona y transmite todo aquello que se ha propuesto la artista al concebirla.
Heavy Metal Lover
Esta composición sigue la línea de sonido sucio y poco depurado de canciones como Marry The Night o Born This Way. Sin embargo, su melodía se sofistica desde que empieza el hook, al que sigue el estribillo y una parte instrumental. Suena evocadora y según los cánones del dance europeo más independiente. Como referencias, citar el trabajo que desarrolló Madonna junto a Stuart Price en temas como Get Together o Forbidden Love, de Confessions on a Dance Floor.
Electric Chapel
Como en la anterior, el dance europeo vuelve a irrumpir con fuerza, aunque en este caso con arreglos rock. Suenan campanas de iglesia, órganos y sintetizadores que acompañan a las guitarras eléctricas, protagonistas de este corte junto la voz de Gaga, desgarrada y más Cindy Lauper que nunca.
Yoü and I
Es la canción prescindible del proyecto. Producida, por decir algo, según los conocimientos de Robert John Mutt Lang (Highway to Hell, Dont Let Me Be The Last To Know), desentona por completo con el resto. La hubiéramos preferido con Gaga sola al piano, por ejemplo… ¡que con el instrumento también se puede experimentar! Pero nunca con esos arreglos fatídicos que la visten sin sentido casi al cierre de un muy buen disco.
The Edge of Glory ~ Conclusión
Y Gaga se despide tras haber alcanzado su meta; no sabemos si también la gloria, pero desde luego sí el reconocimiento de haber apostado por un sonido único muy bien definido y trabajado. Lejos de estancarse en las composiciones POP coloristas y festivas de sus anteriores trabajos, de verdad ha ido más allá. Reivindicativa y arriesgando, logra emocionar con composiciones oscuras, agitadas y que promueven valores de libertad, igualdad y respeto en clave de techno, rock, heavy y, sobre todo y por encima de todo, POP.
La Casa de Gaga.
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