Fiel a sí misma, dio la nota: esta vez no apareció enfundada en un vestido de carne cruda, como en la pasada edición, sino transformada en hombre con patillas, botella de cerveza y cigarrillo. La cantante de origen italiano se convirtió así en su alter ego, Jo Calderone, que intentó coquetear sobre el escenario con Britney Spears, aunque ésta se negó a darle un beso.
Aunque en principio la actuación de Gaga pareció muy original y pronto provocó el entusiasmo del público, la comentarista Kelly Osbourne le ha reprochado que su número musical fuera una copia de uno que Annie Lennox interpretó en la gala de los premios Grammy de 1984.
El tema ha levantado la polémica en Twitter donde muchos seguidores de la cantante han expresado su decepción al enterarse de que la idea de Gaga no era original.
La Casa de Gaga.
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